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  • Foto del escritorANDRES FELIPE ALONSO REBOLLEDO

Sus acciones no solucionarán el cambio climático, pero ayudan

Va caminando por la calle. Tiene en la mano un envoltorio plástico de un dulce que acaba de comerse. Piensa si tirarlo al suelo. Al final decide no hacerlo, como debería. ¿Salvará así al mundo de la crisis ambiental que atraviesa? Como verá más adelante, si ese es el único acto en el mundo a favor del medio ambiente, probablemente no. Entonces, ¿qué sentido tiene (porque lo tiene) modificar algunas acciones individuales en favor de la naturaleza y el cuidado ambiental? El debate está vigente.

Este 9 de agosto el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) publicó su más reciente informe sobre la ciencia tras la emergencia climática. Según sus conclusiones, muchos de los cambios observados en el clima no tienen precedentes y algunos, como el aumento continuo en el nivel del mar, serán irreversibles durante cientos o miles de años.

El problema es de grandes dimensiones e implica a actores que poco tienen que ver con usted como individuo (en principio). De acuerdo con datos de la organización ambiental Carbon Disclosure Project y el Climate Accountability Institute (2017), solo 100 empresas productoras de combustibles fósiles son la fuente de más del 70 % de las emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo, vinculadas a un sistema de producción que persiste hoy en día. En este sentido, para Paola Andrea Arias, ingeniera y docente de la Escuela Ambiental de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Antioquia, coautora del informe de la ONU sobre cambio climático, la emergencia “requiere acciones que vayan mucho más allá de las individuales. Hay que hacerlas, pero son mínimas a la luz de todo lo que ocurre a gran escala”, y reitera que en definitiva lo que sucede es “una manifestación del colapso del modelo económico y de desarrollo actual”.

No obstante a este panorama global, Alejandro Álvarez Vanegas, magíster en Ciencias de Sostenibilidad y docente de la Universidad Eafit, puntualiza que las acciones individuales, en tanto positivas, deben ser adoptadas y tenidas en cuenta. “Sí, una sola persona no es la culpable del cambio climático o de la contaminación del aire, pero también es cierto que una acción positiva le resta poder a los impactos negativos”. Da un ejemplo: si elige no tomar carro sino bicicleta se omite un porcentaje de CO2 que iba a ir a la atmósfera. “Además, al actuar de esta manera se está poniendo sobre la mesa una conversación, una alternativa. Eso siempre va a ser muy valioso”. Empieza usted y luego alguien más y después alguien más: y eso suma.




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